
Terminada la guerra revolucionaria socialista de 1917, la Unión Soviética se institunializó en 1922 creando la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas conpuesta por 14 estados, entre ellos Ucrania (considerada durante el Impero (la dinastía Romanov), como ‘pequeña rusia» frente a la Gran Rusia zarista (?un sueño actualizado?)
De tal modo llegamos a la constitución de la ONU (tras la Conferencia de San Francisco, EEUU 1945) de los cuatro vencedores en la Segunda Guera: la URSS, EEUU, Reino Unido y China) y la decisión orgánica para la Primera Asamblea General constituida por 50 estados. La actuación destacada soviética en la guerra y en la creación de la ONU y su prinera Asamblea General (Londres 1946) tuvo en el canciller soviético Viacheslav Molotov un papel protagónico logrando que junto con la URSS , Ucrania y Bielorrusia tuvieran su asiento soberano. Ese temperamento no cambió salvó con el colapso de la Unión Soviética (1991) cuya representacion en el Consejo de Seguridad y en la Asamblea General asumó la República Federativa de Rusia.
Ucrania y Bielorrusia –superando los drásticos cambios internos–, mantienen al presente sus asientos en la Asamblea General.