
La narrativa occidental sobre China o el PCCh siempre ha dudado de la legitimidad del Partido para gobernar un país con 1.400 millones de habitantes porque la idea política liberal occidental cree que el sistema político de China no tiene el estándar occidental de «democracia» Supone que el sistema político chino es incapaz de responder eficazmente a las demandas de su pueblo
Sin un sistema multipartidista y electoral unipersonal, el voto al estilo occidental, ¿cómo puede el PCCh garantizar su calificación para representar a su pueblo? De hecho, China probó casi todos los tipos de sistemas políticos occidentales hace mucho tiempo. A finales de la dinastía Qing (1644-1911), para salvar al país pobre y débil las élites políticas chinas y los pioneros revolucionarios hicieron todo lo posible por encontrar un sendero que terminara con el caos interno interminable y pusiera fin a las humillantes invasiones de imperialistas y colonialistas extranjeros.
Antes de la Revolución de octubre de 1917, trajera el marxismo a China, la mayoría de las ideas políticas occidentales se introdujeron en China, incluido el liberalismo, el conservadurismo, el anarquismo y el fascismo, mucho
«Nuestros antepasados intentaron todo lo que pudieron encontrar del mundo exterior», dijo Zhang Weiwei, director del Instituto de China de la Universidad Fudan en Shanghái, «desde una monarquía constitucional a un sistema multipartidista, de un sistema parlamentario a un sistema presidencial. Lo intentaron todo, pero desafortunadamente, ninguno de ellos pudo ayudar efectivamente a China a protegerse y poner fin al caos «.
Más importante aún, ninguna de estas opciones representaba a la gran mayoría de los chinos.
¿Por qué el marxismo o el socialismo se convirtieron en la opción de éxito? Cuando se fundó el PCCh en julio de 1921, tenía alrededor de 50 miembros. Al principio, no era una idea aceptada en China porque era demasiado diferente a la cultura tradicional del país. En otras palabras, aún no se había integrado con las características chinas.
Pero tras quienes dieron nacimiento al PCCh había una ventaja única: representaban los intereses de los proletarios. Y gracias a la exploración creativa y las innovaciones realizadas por el liderazgo del PCCh, con Mao Zedong en su núcleo, el PCCh incluyó a los campesinos como la fuerza principal para la revolución de China.
Desde la década de 1920 hasta la de 1940, alrededor del 80-90 por ciento de la población de China eran campesinos. La urbanización desigual condujo también a un enorme número de personas empobrecidas en las ciudades. En esos años de interminables guerras y hambrunas, millones de personas luchaban todos los días por sobrevivir.
La contribución innovadora de Mao a la teoría revolucionaria fue que el PCCh localizó o «sinicizó» el marxismo para servir a los intereses del pueblo chino, aunque esto iba en contra de la ortodoxia de la teoría marxista clásica sostenida por la Internacional Comunista y la Unión Soviética: en esa época se pensaba que la revolución debería comenzar en las grandes ciudades y ser dirigida por la clase trabajadora urbana.
Finalmente, los comunistas chinos decidieron apoyar el liderazgo de Mao y sinizar el marxismo, y este paso empoderó enormemente al Partido. La gran mayoría de los chinos, que nunca tuvieron ningún derecho político, finalmente tuvieron a sus propios representantes: los comunistas
El PCCh no era solo un partido de gente pobre enraizado en los levantamientos campesino ocurridos en la historia de China, también era un partido con líderes que eran en su mayoría eran intelectuales provenientes de las áreas urbanas más desarrolladas de China, incluidas Shanghái y Pekín.
Jin Yinan, profesor de la Universidad de Defensa Nacional del EPL, dijo durante un discurso reciente que «el PCCh acogía los pensamientos más avanzados en las ciudades más desarrolladas y reunía a los combatientes más valientes en las aldeas menos desarrolladas».
El PCCh hizo usó de estos pensamientos avanzados para armar a los combatientes de las áreas rurales, construyendo un ejército moderno con una fe inquebrantable para luchar por la liberación de todo el pueblo chino, en lugar de combatir por los intereses egoístas de determinadas fuerzas que dividían al país.
Autorenovación
No sólo en la era revolucionaria, sino también en la era posterior a la reforma y apertura de 1978, el PCCh tuvo capacidad para autocorregirse y autorenovarse, esta capacidad le permitió asegurar un destino diferente al de los partidos comunistas de los países de Europa del Este.
En este último periodo el PCCh ha superado con éxito los desafíos, ha aprovechado las oportunidades de la globalización económica, ha realizado una autocorrección efectiva activando el gran potencial de la nación china para garantizar que la mayoría de la población disfrute de los beneficios del desarrollo económico.
Entonces, el PCCh es una combinación de diferentes clases sociales que luchan por los intereses fundamentales de la nación china, y es por eso es muy diferente de los poderes políticos que habían gobernado China antes de 1949 y que por naturaleza solo servían a los intereses de los burócratas, capitalistas, imperialistas, colonialistas y feudalistas.
«Buscar la felicidad del pueblo chino». Esta es la aspiración original del Partido y esta convicción inspiró a los pioneros dentro del Partido que murieron por su sueño durante la lucha revolucionaria contra invasores extranjeros y los enemigos internos.
Esto ha hecho del PCCh un partido que se originó en el pueblo y tiene lazos simbióticos con el pueblo. El PCCh es completamente diferente de los partidos políticos occidentales que solo representan una parte de la gente o algunas clases específicas o algunas comunidades concretas o a algunos grupos étnicos, por lo que necesitan múltiples partidos para luchar por el poder y mantener sus frágiles «controles y equilibrios. Este sistema muchas veces paralizará y polarizará a la sociedad, mientras que en China el PCCh es un partido que representa los intereses colectivos de todas las personas.
Quizás el desempeño de China para contener la epidemia de COVID-19 sea un buen ejemplo para explicar esto. ¿Por qué Occidente, con gobiernos elegidos con el sistema una persona, un voto, con sistemas multipartidistas y con la llamada «prensa libre», no ha protegido a sus pueblos? ¿Por qué muchos occidentales se niegan a cooperar con sus gobiernos electos, pero creen en las teorías anti-intelectuales y negacionistas que se propaga por internet?
¿Por qué el PCCh priorizó la vida de las personas en lugar del crecimiento económico desde el principio? ¿Por qué China se recuperó antes que el resto del mundo de la pandemia? ¿Por qué los chinos confían en su gobierno y siguen estrictamente las instrucciones y regulaciones científicas?
Las respuestas a estas preguntas están a la vista y, ya son parte de nuestra historia y cultura
Misiones
Las aspiraciones deben ser probadas cumpliendo las misiones que nos proponemos. Sin resolver con éxito los problemas y entregar lo que la gente necesita, la aspiración original es solo un eslogan sin sentido.
El socialismo fue elegido por muchos países después de la Segunda Guerra Mundial, pero ¿por qué muchos partidos comunistas en otros países fueron finalmente abandonados por su propia gente?
Creemos que ocurrió porque no lograron identificar con precisión las misiones más significativas en diferentes etapas históricas, y siguieron ciega y obstinadamente las reglas de los textos clásicos, o persiguieron una occidentalización imprudente abandonando las teorías correctas que habían guiado su revolución en el pasado. El Partido Comunista Chino no cometió estos errores y cuando los cometió los corrigió de manera efectiva, encontrando la dirección correcta.
Entre 1949-1979, en los primeros 30 años de la República Popular China, el Partido resolvió «el riesgo de ser invadido» por Estados Unidos y sus aliados en la Península de Corea, entonces el PCCh decidió desarrollar armas nucleares.
Esta fue la primera vez desde finales de la dinastía Qing que China se convirtió en un estado completamente independiente y autónomo que pudo rechazar de manera efectiva el acoso y la humillación proveniente de Occidente. Pudo proteger su propio territorio y gente de cualquier invasión, incluso si esta fuera iniciada por el país más poderoso del mundo.
Desde 1979 hasta el presente, el PCCh enfrentó una nueva misión “resolver el grave problema del hambre». En las décadas de 1970 y 1980, Deng Xiaoping, y el núcleo de lideres del PCCh de segunda generación, innovaron con valentía la teoría socialista en China, sin impulsar una occidentalización imprudente. Esto permitió al PCCh llevar efectivamente a China a adoptar la globalización económica e impulsar la modernización. En conclusión, el PCCh llevó a cabo con éxito las políticas de reforma y apertura, lo que supuso un milagro económico para su pueblo.
China, en la actualidad, bajo el liderazgo del PCCh, se ha convertido en un país que es capaz de mejorar y modernizar continuamente los medios de vida de 1.400 millones de personas y ha sacado a cientos de millones de la pobreza. China, hoy en día es capaz de proteger su soberanía contra provocaciones y presiones de la superpotencia hegemónica del mundo y salvaguardar eficazmente la paz regional, construir las redes ferroviarias de alta velocidad, tener el servicio 5G desarrollado, operar y construir una estación espacial y realizar exploraciones en Marte.
Además de desarrollar su propio país, el PCCh tiene una política de colaboración con muchos países en todo el mundo, especialmente con los países en desarrollo que fueron tratados de manera injusta por la globalización dominada por Occidente.
China, hoy puede compartir los beneficios de nuestro desarrollo a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y luchar juntos contra desafíos globales como la pandemia de COVID-19 y el calentamiento global. En otras palabras, bajo el liderazgo del PCCh, China está realizando esfuerzos para construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad.
Hace 100 años, no mucha gente tenía confianza en un país pobre, viejo y débil que había sido humillado por los colonialistas occidentales y descrito como el «Hombre Enfermo de Asia Oriental». Muy pocos en el mundo creían que China podría convertirse en una gran potencia con influencia global, una nación capaz de ganar la competencia con Occidente en muchas áreas en solo 100 años.
Todos estos logros que China obtenidos bajo el liderazgo del PCCh han demostrado que el Partido está calificado para cumplir los objetivos de la revolución, y ahora avanza junto con su gente hacia la siguiente misión: el gran rejuvenecimiento de la nación china.
En los últimos 100 años, la nación china ha experimentado desastres, dolor y angustias, pero hay un viejo dicho popular que dice; “en China mucha angustia regenera la nación». Después de experimentar tanta angustia, la nación debe ser regenerada, de lo contrario los recuerdos dolorosos y los sacrificios no tendrían sentido. El rejuvenecimiento es el sueño común y último compartido por el pueblo de China.
La humillante historia de hace 100 años enseñó a los chinos, con sangrientas lecciones que, sin unificación, soberanía e integridad territorial, China podría perderlo todo y el desarrollo pacífico sería solo una ilusión.
Incluso hoy, Estados Unidos y algunos de sus aliados todavía quieren quitarle el derecho al desarrollo a China. Sin embargo, en comparación con hace 100 años, las principales potencias occidentales de hoy son las que tienen esa capacidad.
Muchos países occidentales que se han negado a conocer la historia de China no han logrado comprender cuán importante es el rejuvenecimiento nacional para China y por qué la soberanía, la unidad nacional y la integridad territorial son una «política correcta» indiscutible. Si los países occidentales no comprenden la importancia del rejuvenecimiento nacional y se niegan a respetar la dignidad de China como gran nación, nunca aprenderán las formas correctas de tratar con los chinos y coexistir pacíficamente con China.
Recuperar el estatus, la dignidad y la gloria, que la nación china perdió hace 100 años, es una razón clave por la que los comunistas chinos comenzaron su viaje revolucionario, y es también el destino de su viaje futuro.