Crecimiento transnacional de la extrema derecha en Europa Informe. Portugal Digital / NOTICIAS LUSA.(Lisboa)

Steve Banon, ideólogo del ´trumpismo´ y asesor del ex presidente Trump en un acto con la ultra- xenófaba Marie Le Pen, presidenta del derechista Frente Nacional francés.

El crecimiento de la extrema derecha en Europa, incluido Portugal, es el resultado de una mayor colaboración transnacional, principalmente a través de Internet y de partidos u organizaciones externas.

«Si bien es importante explorar las tendencias de las organizaciones tradicionales de extrema derecha, como los partidos políticos, la extrema derecha moderna está experimentando actualmente un cambio más amplio y fundamental, a saber, la aparición de una amenaza transnacional y pos organizativa», escriben los autores de “Estado del odio: el radicalismo de extrema derecha en Europa” Los activistas trabajando en este estudio siguen preocupados por los problemas locales o nacionales, pero tratan de contextualizarlos a nivel internacional y colaboran en ciertos temas que ayudan a propagar la información.

El historiador Joe Mulhall, investigador de la Universidad de Cambridge y de la organización antirracista HOPE not hate y uno de los responsables del estudio, puso como ejemplo la colaboración de los movimientos anti musulmanes, y ahora dice que hay una nueva radicalización antisemita en las redes sociales.

«La forma en que la gente se involucraba en política antisemita muy extremista, especialmente los negadores del Holocausto, se hacía tradicionalmente a través de la extrema derecha (…) pero ahora se ven nuevas vías [de conversión], pronunciadas en el último año, a través de otras conspiraciones», dijo en una conferencia de prensa.

Desde el inicio de la pandemia del covid-19, los autores del estudio han identificado un aumento de personas involucradas en teorías conspirativas como el movimiento QAnon, favorable a Donald Trump, que vincula al Partido Demócrata con el tráfico de niños, el canibalismo o los rituales satánicos, y también los grupos anti confinamiento y anti vacunas. «Vemos que la gente se radicaliza en el antisemitismo a través de otras teorías de la conspiración, muchas de las cuales no son originalmente antisemitas», dijo.

El estudio, de 125 páginas, ha sido elaborado por las organizaciones antirracistas HOPE not hate (Reino Unido), Expo (Suecia) y la Fundación Amadeu Antonio (Alemania), para tratar de comprender las áreas de interés que tratan de explotar los grupos radicales y de extrema derecha.

Incluye una encuesta realizada en cinco países europeos (Suecia, Francia, Alemania, Reino Unido, Hungría, Polonia e Italia) en la que se constata que el 25% de los europeos tiene sentimientos negativos hacia los musulmanes, casi el 33% tiene opiniones hostiles hacia los inmigrantes en general y más del 33% tiene opiniones negativas sobre los gitanos. La encuesta, realizada a más de 12.000 personas, también detectó una profunda desconfianza en las autoridades que, según los autores, podría ser una oportunidad para que populistas y extremistas promovieran teorías conspirativas.

El informe tiene capítulos sobre todos los países europeos, incluido Portugal, donde la entrada del partido Chega! (Basta!) en el Parlamento es una consecuencia, según Mulhall, de la evolución de la extrema derecha en el continente. «Las excepciones desaparecerán a lo largo del tiempo y, de hecho, los riesgos de la extrema derecha europea son omnipresentes y pueden darse en cualquier país si se dan las circunstancias adecuadas»