Alemania, la de siempre. Guidon Levy. Periodista y escritor israelí. (HAARETZ)

Al final de su brillante carrera, bajo el horror del antisemitismo en su país, Angela Merkel está lista para perdonar a Israel por todo...

Semanas atrás, Fatou Bensouda, Fiscal de la Corte Penal Internacional de La Haya, solicitó autorización del alto tribunal para iniciar investigación formal con la posibilidad de acusar a Israel, sus líderes y oficiales del ejército, por crímenes de guerra cometidos con los asentamientos en Cisjordania y acciones militares en Gaza.

Israel no reconoce a este tribunal y, por lo tanto, solicitó de varios países amigos que lo representen con el objetivo de archivar la causa. Angela Merkel, líder de Alemania, que poco tiempo atrás declaraba que “los asentamientos israelíes en Cisjordania sabotean la paz entre Israel y Palestina” (Walla, 24-3-17), sorpresivamente saltó la valla, aceptó el pedido de Netanyahu, y se convirtió en la gran defensora de Israel hasta impedir, si lo logra, que se investigue el sabotaje de Israel a la paz, tal como lo aseguró ella misma poco tiempo antes.

Casi semanalmente, durante tres décadas, Levy viajó a los territorios ocupados y describió lo que veía, descarnadamente y sin propaganda. “Mi modesta misión”, dice, “es la de prevenir una situación en la cual muchos israelíes serían capaces de decir ‘no lo sabíamos’

“ALEMANIA: LA DE SIEMPRE”

Días atrás, Alemania demostró nuevamente que retorna a su pasado. Su decisión de presentarse como amiga de la conquista israelí en la Corte Internacional Penal de La Haya, junto con reconocidos faros de la moral como los gobiernos de Hungría, Austria y la República Checa, debería preocupar a todos los alemanes que el pasado nacional los persigue. Al final de su brillante carrera, bajo el horror del antisemitismo en su país, Angela Merkel está lista para perdonar a Israel por todo – por todo – con total automaticidad y ceguera. Al hacerlo, Merkel traiciona las funciones tomadas, tanto la de canciller alemana, y también, como uno de los últimos defensores de los derechos humanos en el mundo. Nos quedamos con Donald Trump, Vladimir Putin y Xi Jinping.

NETANYAHU Y MERKEL

Alemania que no permite investigar crímenes de guerra, sin importar qué país, no es la otra Alemania, sino Alemania que va en busca de crímenes de guerra. A veces parece que hasta que no adopten los métodos de acción de los nazis en Israel – por supuesto que Israel está lejos de hacerlo – Alemania dará su visto bueno por todos las “hazañas” de Israel. Alemania piensa que así se comporta correctamente para purgar su pasado, pero en verdad es todo lo contrario: en tanto y en cuanto Alemania no esté junto al mundo oprimido y ocupado en el mundo, estará traicionando las lecciones de su pasado. Y cuando se trata de Israel, el estado de sus víctimas directas – y de los palestinos, sus sub-víctimas – tiene una intolerancia especial.

En su solicitud de unirse a la audiencia en La Haya como amigo de Israel en la Corte, Alemania adoptó las posiciones de Israel según las cuales el tribunal no tiene jurisdicción para escuchar presuntos crímenes de guerra en los territorios denominados palestinos. La explicación dada por Alemania para su posición es particularmente desconcertante: Alemania es un “partidario acérrimo” de la solución de dos estados, y el tribunal no es el lugar para discutir el tema. Hemos visto el “obstinado apoyo” de Alemania para la solución de dos estados a lo largo de los años: en su apogeo, no llegó más allá de un desagradable dicho de la boca para afuera. Una de las cuestiones que enfrenta el tribunal son los asentamientos israelíes en Cisjordania: no hay nada más efectivo que arruine la perspectiva de una solución de dos estados. Ahora Alemania le dice a La Haya: Dejen en paz a los asentamientos. ¿Y quién exactamente los detendrá? ¿La dirección de los colonos judíos? ¿El gobierno israelí? ¿La Casa Blanca? ¿Víctor Urban, compañero de Merkel como amigo de la Corte?

Aquí una pregunta para Alemania: si no es La Haya, ¿quién se supone que debe investigar exactamente lo que sucedió en Gaza, entre el Viernes Negro en Rafah (batalla durante el operativo Margen Protector en 2014) y el asesinato de manifestantes al lado de la valla de separación con Gaza? ¿el ejército de Israel? ¿AIPAC? ¿Quizás el renombrado experto en derecho internacional, Donald Trump, por intermedio de su justo yerno Jared Kushner? Durante cinco años, la fiscal de la Corte, Fatou Bensouda, examinó los testimonios hasta llegar a la conclusión de que había sospechas de crímenes de guerra en los asentamientos, durante el operativo “Margen Protector” y la dispersión de las manifestaciones contra la valla en el límite con Gaza. ¿El gobierno de Merkel cree que estas sospechas no deberían ser examinadas? ¿Por qué? ¿Porque el sospechoso es Israel?

Después de la decisión del parlamento alemán, que declaró que el BDS era una organización antisemita, sobreviene la toma de posición en La Haya del lado de la ocupación israelí y exhibe una oscura sombra moral sobre Alemania. Alemania tiene la obligación de hacer todo por la seguridad de Israel e incluso su prosperidad. También tiene que tener cuidado con sus críticas hacia él, más que cualquier otro país. Pero saltar a la cima de quienes otorgan inmunidad total a Israel es un paso demasiado extremo, y es un pecado para las lecciones del Holocausto. Quienes erigieron la Alemania distinta seguramente se hubiesen avergonzado. Willy Brandt no habría permitido tal medida. Su homólogo austríaco, Bruno Kreisky, tampoco habría dejado que su país se posicione del lado del ocupante y en contra de su víctima.

Alemania le dijo a Israel el otro día: Expande los asentamientos tanto como puedas, bombardea Gaza a tu gusto, continúa disparando desenfrenadamente con munición viva a manifestantes. Eres inmune ante cualquier crítica, y de hecho a cualquier enjuiciamiento en La Haya. La Haya es para los débiles, no para los políticos y oficiales israelíes. Alemania le dijo a Israel: Eres un país por encima de toda sospecha. Así de lejos han llevado a los sentimientos de culpa a esta ilustrada estadista en Europa. En lo que respecta a Israel, Merkel es la copia de Trump, nada menos.


Traducción: Daniel Kupervaser