
Si bien habían pasado diez años desde que en 1922 el país se había estabilizado (ya era la URSS, como Estado) junto con la ignorancia, las enfermedades, epidemias, etc, recorrían el territorio que iba creciendo en su educación social los únicos \medios de propaganda eran los afiches públicos. además de las nuevas radios en las grandes ciudades.
Por lo tanto, los carteles públicos en las aldeas, centros de trabajo o callejeros que proclamaba «!lavarse las manos!», resultó imprescindible. La pandemia actual del coronavirus reactualiza aquella primera consigna que para la Rusia Roja también constituía otra forma de trasfomación social.
“Tenga miedo, camarada, a los bacilos de Koch”. (Hace referencia a la tuberculosis, descubierta por primera vez por Robert Koch en 1882)
“Las manos sucias son fuente de infección. Límpiate las manos después del trabajo y antes de comer”
«Las manos sucias amenazan con desastres»
“Después de ir al baño, después del trabajo, antes de la comida”
“Lávate las manos antes de comer”
«Dúchate después del trabajo”
“Protege a los niños de enfermedades intestinales”
“Después del trabajo – bajo la ducha”
“No temas al agua, límpiate cada día”