El macartismo o la Caza de Brujas Redacción / Archivo Gracus

Definición genérica de Macartismo: Es la práctica de hacer acusaciones de deslealtad política o subversión, sin evidencias suficientes. El uso de investigaciones injustas o métodos acusatorios injustos con el propósito de suprimir a la oposición. Tuvo su auge anticomunista en los años ’50 de la Guerra Fría en los Estados Unidos y ha resurgido con motivo del ataque a las Torres Gemelas en el 2001 –terrorismo islámico, etc– ofreciendo una opción guerrerista planetaria a la politica estadounidense.

El caso norteamericano
Como macartismo se conoce a una actitud política interna estadounidense consistente en un anticomunismo absoluto que se concreta en una real persecución de hombres e instituciones declaradas antiestadounidenses por ser «comunistas», confundiendo en muchos casos, a comunistas con liberales o simplemente progresistas. Juicios, pruebas y testimonios en muchos casos falseados, dieron al traste con la carrera de un gran número de estadounidenses inocentes. Históricamente el macartismo representa la culminación de la guerra fría en la política interna de Estados Unidos y coincide con los años 1950-1954, teniendo al senador republicano Joseph Raymond McCarthy (1907-1957) como máximo protagonista y del cual tomará el nombre.

El senador republicano Joseph Raymond McCarthy fue el protangonista principal de la Caza de Brujas de los años 50 en los Estados Unidos. Fue defenestrado, finalmente, por el propio presidente general Dwigt Eisenhower.

Tras la Segunda Guerra Mundial y con el protagonismo victorioso de la Unión Soviética frente al fascsimo, un sector de la sociedad estadounidense ganado por la Guerra Fría y su propaganda, empezó a temer que ese prestigio se expandiera por Estados Unidos. La consolidación de los dos bloques durante la guerra fría propició que se iniciara una campaña para eliminar el peligro comunista. Como antecedente existían mexpresiones solidarias antifascista de apoyo a la República Española (como el batallón de voluntarios Abraham Lincoln).Ese periodo de los ’50 ( como «caza de brujas» con el objetivo de perseguir la incursión comunista) puso a los EEUU al borde de una tentación fascista, extendida en forma de acoso a millares de ciudadanos nativos y extranjeros

Situación cronológica
Para impedir la penetración nazi en Estados Unidos fue creado en 1938 el Comité de Actividades Antiestadonidenses, el que fue reactivado y convertido en una comisión permanente de la Cámara de Representantes al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría dotaría a esta comisión de un objetivo claro: la represión del comunismo en Estados Unidos. Se aprobaron Leyes de Seguridad Nacional, de Inmigración y Nacionalidad y de Registro de Extranjeros
En 1940, se había promulgado en Estados Unidos la Ley de Registro de Extranjeros, donde debían inscribirse todos los extranjeros residentes en Estados Unidos, mayores de 14 años, declarando, entre otros datos, sus inclinaciones políticas. El objetivo era la lucha contra el comunismo que se iniciaba, mostrándose como una fuerza en veloz crecimiento. En cuatro meses se registraron cerca de 5 millones de extranjeros.

En marzo de 1947 se aprobó el Programa de Lealtad de empleados federales, orientado a descubrir funcionarios infiltrados. Las tensiones de la Guerra Fría y sobre todo el estallido de la primera bomba atómica soviética en 1949 llevarían esta prevención anticomunista a un estado de histeria. Toda persona considerada sospechosa era inscrita en una lista, privada de su puesto de trabajo o internada en un centro de detención.

El Congreso estadounidense aprobó también las Leyes de Seguridad Interna (1950) y de Inmigración y Nacionalidad (1952), que restringían la actividad comunista y prohibían la entrada en el país de comunistas reconocidos.

En 1950 se publicó un panfleto de denuncia llamado «Red Channels», que contenía una lista de nombre de personas del mundo artístico, denunciadas como comunistas. Hacía referencia en particulat a la influencia comunista en la radio y la televisión.

En 1952, se publicó por el Congreso, una lista de 342 personas a las que debía negarse trabajo, a los que se tildaba de «antiestadounidenses». El pueblo estadounidense estaba honestamente asustado por una posible subversión interna. Los líderes de este movimiento aprovecharon el temor y desataron una escalada de acusaciones. No se libraron ni las editoriales. Se dice que se retiraron de las bibliotecas miles de libros considerados subversivos, entre ellos las obras sobre Robin Hood, pues el macartismo veía en el mítico personaje inglés una fuente de inspiración para los comunistas, por eso de quitar a los ricos para dar a los pobres.

La historia del macartismo coincide con el periodo inmediatamente posterior a la victoria de la Revolución China y al estallido de la primera atómica soviética (1949), el mismo de la Guerra de Corea. Es el momento de más exasperado anticomunismo de la segunda posguerra, que da lugar a una serie de «purgas» políticas en todo nivel y en todos los campos -pero sobre todo en el intelectual, en un clima de cacería de brujas más intenso que la más dura lucha interna al comunismo de otros periodos.

Juicios y acusaciones sin evidencias suficientes
Olvidando el principio jurídico de la presunción de inocencia, ante cualquier denuncia se aplicaba la presunción de culpabilidad y era el acusado quien tenía que desmentir y aprobar su no pertenencia o simpatía por el Partido Comunista, que era legal.
Quienes reconocían su culpa, podían lavarla delatando a sus camaradas.
El clima de relación se extendió por algunos círculos culturales y tuvo su momento culminante en las audiencias de 1951. El récord fue batido por el guionista de cine Martín Berkeley al denunciar 162 nombres de presuntos infiltrados en la industria cinematográfica.

De esta forma, se confeccionaron listas negras. La publicada por el Congreso en 1952 incluía 342 nombres de «antiestadounidenses», a los que no se debía proporcionar trabajo en ninguna actividad.

Joseph Raymond McCarthy, el gran inquisidor
Joseph Raymond McCarthy fue senador republicano estadounidense por el estado de Wisconsin desde 1947 a 1957. Durante sus 10 años en el Senado, McCarthy y su equipo se hicieron famosos por sus investigaciones sobre personas en el Gobierno de los Estados Unidos y otros sospechosos de ser agentes soviéticos o simpatizantes del comunismo infiltrados en la Administración pública o el Ejército.

Desencadenó un extendido proceso de delaciones, acusaciones infundadas, denuncias, interrogatorios, procesos irregulares y listas negras contra personas sospechosas de ser comunistas. Los sectores que se opusieron a los métodos irregulares e indiscriminados de McCarthy denunciaron el proceso como una «caza de brujas».

(Mccarthy se casó con Jeannie Kerr, su secretaria, para tratar de disipar las sospechas sobre su homosexualidad que había instalado el diario «Las Vegas Sun», en su publicación del 25 de octubre de 1952.)

La influencia de McCarthy subsistió hasta el 2 de diciembre de 1954, en que fue censurado por el Parlamento. Sin embargo, a pesar de haber desaparecido de la escena política y fallecido en 1957, seguidores de sus pensamientos continuaron actuando durante toda la Guerra Fría. Este personaje ha quedado como ejemplo de villanía y de político sectario, audaz y peligroso.

McCarthy le dio una plataforma teórica al formular la tesis de que las derrotas estadounidenses en política exterior sólo podían explicarse por la infiltración en el aparato estatal de espías y agitadores comunistas y de sus simpatizantes, que sistemáticamente saboteaban su operación para lograr la victoria de la Unión Soviética.

La victoria republicana en las elecciones presidenciales y congresistas de 1952 llevó a McCarthy a la presidencia del poderoso Comité de Actividades Antiestadounidenses, que le permitió dar vida durante todo el año 1953 a una serie de investigaciones sobre el comportamiento de empleados de entidades públicas. Entre 1953 y 1954, el senador republicano encabezó una cruzada anticomunista en Washington, con audiencias a puertas cerradas en el Senado que quedaron grabadas a fuego por el terror inquisitorial.

Integrando el  Comité, Richard Nixon (de pie, a la izquierda) McCarthy a la derecha, lista en mano…

Las técnicas de McCarthy se basaban en gran medida en lanzar incriminaciones falsas sobre los acusados (que nunca eran comprobadas), o incluir a determinadas asociaciones en su lista de organizaciones pro-comunistas (sin tener nada que ver). En ese sentido, y de ahí el nombre, se parecía bastante a las caza de brujas medievales, donde también las acusadas no tenían la posibilidad de demostrar su inocencia.

En una persecusión s en la que muchos intelectuales de izquierda vieron desmoronarse sus carreras y en muchos casos sus vidas, McCarthy juzgó a alrededor de 500 sospechosos que incluyeron a funcionarios públicos, artistas, escritores, intelectuales, empleados de banco y secretarios.

Estos violentos ataques a eminentes personalidades entre las que se encontraba el propio presidente y el intento de someter a investigaciones al expresidente Harry Truman y a oficiales del ejército, así como el clima de sospecha, desconfianza y desorganización creados en la administración pública empujaron al presidente Eisenhower, y al Senado a actuar contra McCarthy. Fue su final. En 1954, fue destituido como miembro del Comité de Investigación Permanente del Senado y perdió toda su influencia.

Procesos famosos: el matrimonio Rosemberg
El proceso seguido contra los esposos Julius y Ethel Rosenberg (1950-1953), acusados de pasar secretos atómicos a Rusia. Detenidos por el FBI, fueron declarados culpables sin pruebas suficientes y condenados a muerte. A pesar de la campaña internacional en su favor fueron ejecutados en la silla eléctrica en la Prisión de Sing Sing el 19 de junio de 1953.

Julius y Ethel Rosenberg (1950-1953), acusados de espionaje en favor de la Unión Soviética, fueron ejecutados en la silla eléctrica… El tiempo diría la verdad.

Muchos años después se ha sabido que, aunque efectivamente pertenecían al Partido Comunista, los secretos transmitidos no tenían la trascendencia que pretendió el hermano de Ethel, David Greenglass, quien denunció a su familia para conseguir un trato favorable en las acusaciones que pesaban sobre él. Y que en cualquier caso había sido una actuación de la esposa, pero probablemente sin participación de Julius Rosenberg.

En la Industria cinematográfica
En 1947, el Comité de Actividades Antiestadounidenses (HUAC, por sus siglas en inglés) presidida por J. Parnell Thomas, comenzó a investigar a la industria cinematográfica de Hollywood interpelando a 41 personas que trabajaban en esa industria, 19 de ellos se negaron a comparecer, siendo conocidos como «testigos inamistosos» los que demostraron cierta resistencia juzgando la actuación indagatoria contraria a la Constitución.

Entre las víctimas de la histeria anticomunista hay que recordar a Charles Chaplin. Su confesión de que nunca había sido comunista ni había pertenecido a ningún partido no impidió que supiera que «»sería llamado a declarar  ante el Comité»» lo decidieron a  no regresar a Estados Unidos fijando  su residencia .en Suiza

Las listas negras de Hollywood
Uno de los blancos de la inquisición política fue el mundo del cine, donde fueron convocados a declarar 41 sospechosos; 19 de ellos se negaron a comparecer, juzgando la actuación indagatoria contraria a la Constitución, entre otros el escritor Alvah Bessie, el guionista Dalton Trumbo y el director Edward Dmytryk.

Encabezando la columna de  «testigos iamistosos » Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Dannyy Kaye….

En apoyo de los que fueron motejados de «testigos inamistosos» se movilizó el denominado Comité de la Primera Enmienda, que integró a cerca de 500 profesionales del cine. En esa circunstancia defendieron la libertad figuras famosas, como Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Danny Kaye, Gregory Peck, Katherine Hepburn, Kirk Douglas, Burt Lancaster, Gene Nelly, John Huston.

Entre los que colaboraron con el Comité y denunciaron a otros cineastas, pronunciando además dis¬cursos patrióticos de tono anticomunista, comparecieron Gary Cooper, Ronald Reagan, Robert Taylor.

En la lucha entre el Comité de Actividades Antiestadounidenses y el Comité de la Primera Enmienda, la posición de la industria del cine, con la negativa de trabajo a los sospechosos, decantó la balanza produciendo deserciones en las filas de los defensores de la libertad; fue el caso de Humphrey Bogart, que se dio de baja de su Comité, y el del director Dmytryk, quien tras se condenado a seis meses de cárcel decidió, ya en prisión, confesar su militancia comunista y su arrepentimiento, proporcionando una lista de 26 correligionarios de partido. Con esta claudicación pública salió en libertad y encontró trabajo inmediatamente.

Los Diez de Hollywood

Entre las protestas, la más significativa fue la de los llamados Diez de Hollywood, los cuales se negaron a declarar sobre sus afiliaciones políticas, siendo citados por el congreso, instalados automáticamente en la lista negra y condenados a penas de cárcel por «desacato al Congreso».

Alvah Bessie, guionista.
Herbert Biberman, guionista, director.
Lester Cole, guionista.
Edward Dmytryk, director y guionista.
Ring Lardner, Jr, periodista, guionista.
John Howard Lawson, autor.
Albert Maltz, autor, guionista.
Samuel Ornitz, guionista.
Adrian Scott, guionista, productor.
Dalton Trumbo, guionista, novelista

Se recuerda que entre «Los diez de Hollywood» se encontraban los que habían producido películas totalmente antifascistas y proestadounidenses, como «Hotel Berlín» (1945), «The Master race» (1941), «Crossfire» (1947), «Sahara» (1943), «Pride of the marines» (1945), «Destino Tokio» (1944), y «Treinta segundos sobre Tokio» (1944).

Iniciándose, a partir de allí, una caza de brujas particular y aún más terrible en Hollywood, en donde algunos de los más conocidos cineastas (incluyendo a Walt Disney, Elia Kazan, Robert Rossen, el productor Budd Schulberg y los actores Sterling Hayden y Adolphe Menjou) sirvieron de delatores para la gente de McCarthy.

Venciendo la hostilidad generalizada, fueron múltiples  las manifestaciones antimacartistas.

Entre las víctimas de la histeria anticomunista hay que recordar a Charles Chaplin. Su confesión de que nunca había sido comunista ni había pertenecido a ningún partido no impidió que supiera que sería llamado a declarar. Decidió no regresar a Estados Unidos y fijó su residencia en Suiza. Muchos profesores universitarios se encontraron en dificultades o sin trabajo. Algunos escritores figuraron entre las filas de sospechosos de antiestadounidismo. El alemán Bertold Brecht se vio obligado a comparfecer a  las solicitudes del Comité, por su carácter de extranjero, aunque no por ello abandonó su apoyo al Comité de la Primera Enmienda.

Dos insignes creadores bajo la luopa del Comite: Charkles Chaplin y Bertolt Brecht

El novelista Dashiel Hammet, autor de novelas negras, entre la que destaca El halcón maltés, se negó a testimoniar y fue condenado por desacato. Tras cinco meses en prisión, fue puesto en libertad por su penoso estado de salud. En este periodo, el país que se vanagloriaba de ser la «patria de la libertad», se convirtió en el país occidental más peligroso en lo que respecta a las libertades individuales.

Cinco escritores y guionistas sancionados: Herbert Biberman, Samuel Ornitz, Adrian Scott, Edward Dmytryk y John Howard Lawson. Para sobrevir, muchos debieron apelar a testaferros y/o seudónimos….(ver film de Woodie Allen)

El anti-macartismo en el cine

Fueron varias las películas que hoy — hablan o denuncian–este negro período de la historia de Estados Unidos:

Buenas noches y buena suerte. ganadora de 6 Premios Oscar
The fron (El testaferro) t, protagonizada por Woody Allen
One of the Hollywood Ten (Punto de mira) protagonizada por Jeff Goldblum que describe la historia de «los 10 de Hollywood».
Trumbo y la lista negra: documental biográfico de Dalton Trumbo: uno de los 10 de Hollywood, guionista de la película Espartaco (de Stanley Kubrick), de Papillón, y director de Johnny cogió su fusil, basado en su propia novela homónima, antibelicista y con alguna referencia crítica a la democracia.

Arthur Miller y Edward Murow

Entre la voces valientes que se enfrentaron al macartismo y sus excesos es muy significativa la obra Las brujas de Salem de Arthur Miller, en 1953, un alegato eficaz contra la estigmatición. La figura legendaria de Edward R. Murrow tuvo gran influencia en el periodismo televisivo a raíz de sus enfrentamientos contra McCarthy, con su pasión por la verdad y sus esfuerzos por hacer avanzar los ideales democráticos.  Los programas de Murrow acerca del senador  McCarthy, en 1954, fueron considerados no sólo como los que marcaron el punto de inflexión en la campaña del Senador contra los simpatizantes del comunismo, sino que también fueron el punto de inflexión en la propia historia de la televisión.

Aún en 1961 fueron condenados por desacato al Congreso -al acogerse a la Quinta Enmienda ante el HUAC- se registyraron al  cantante Pete Seeger y al  dramaturgo Arthur Miller

Miembros de la Primera Enmienda: los valientes
El Comité por la Primera Enmienda fue un grupo de acción formado en septiembre de 1947 por los actores en apoyo de los Diez de Hollywood durante las audiencias de la Comisión de Actividades Antiestadounidenses. Fue fundada por el guionista Philip Dunne, la actriz Myrna Loy, y directores de cine como John Huston y William Wyler. Otros miembros fueron Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Henry Fonda, Gene Kelly, John Garfiel, Edward G. Robinson, Judy Garland, Katharine Hepburn, Paul Henreid, Dorothy Dandridge, Jane Wyatt, Ira Gershwin, Billy Wilder, Sterling Hayden, Evelyn Keyes, Marsha Hunt, Groucho Marx, Lucille Ball, Danny Kaye, Lena Horne, Robert Ryan, y Frank Sinatra. El 27 de octubre de 1947, los componentes del grupo volaron a Washington DC para protestar por las audiencias de la Comisión de Actividades Antiestadounidenses. Su participación fue ineficaz, y la pertenencia a este grupo llegó a ser considerado con sospecha. Ira Gershwin, por su parte, fue llamado ante el Subcomité del Senado de Actividades Antiestadounidenses de California (en inglés, California Senate Factfinding Subcommittee on Un-American Activities) presidido por el anticomunista Jack B. Tenney y le pidió que explicara su participación.

John Henry Faulk conductor de CBS
En la segunda mitad de los años 50 el macarthismo comenzó a declinar en los Estados Unidos. La opinión pública y una serie de decisiones judiciales incidieron en el fin del macarthismo. Una figura clave para terminar con las listas negras fue John Henry Faulk. Conductor de una programa radial, Faulk era un dirigente sindical de izquierda de la Federación Estadounidense de Artistas de Televisión y Radio. Marcado por AWARE como «no apto», fue despedido por CBS Radio. Faulk demandó judicialmente a AWARE y ganó el caso en 1962. A partir de esta sentencia las empresas privadas de listas negras y aquellas que las usaban tomaron nota de que podían ser demandados judicialmente por daños y perjuicios. Aunque algunas continuaron, la mayor parte debieron cerrar.

Faulk, desde la CBS, resistió y se convirtió en una figuara clave contra las persecusiones ideológicas.

Incluso antes de la sentencia en el caso Faulk, ya en Hollywood se había comenzado a desobedecer las listas negras. En 1960, Dalton Trumbo, uno de los artistas más conocidos dentro de la lista negra conocida como Los Diez de Hollywood, fue públicamente contratado para escribir los guiones de las películas Éxodo y Espartaco.

Macartismo siglo XXI

Los sucesos del 11 de septiembre del 2001 con el ataque a las Torres neoyorquina  han otorgado a Estados Unidos y su opción guerrerista un efímero contexto particularmente propicio para su despliegue militar y elevar el número de bases militares que ronda las 300.. Asistimos así  a una clara contraofensiva macartista planetaria, encaminada a reconstruir todo el equilibrio de fuerzas de la geopolítica mundial en beneficio de ese complejo industrial militar estadounidense.

Este proyectoglobal explica tanto la injusta masacre de las poblaciones afganas o la intensificación terrible del conflicto árabe- israelí, como la»» inventada»» necesidad de  intervención militar en Irak o el hostigamiento a los países del supuesto «eje del mal».
También los fenómenos recientes en Latinoamérica, desde la dura crisis de la economía argentina o las agresiones injustas de Estados Unidos y México contra Cuba, hasta el golpe de Estado en Venezuela, el fin de las pláticas de paz en Colombia o la parálisis consciente del gobierno mexicano frente a Chiapas.

Finalmente, en estos días, la persecusión desatada  por los EEU con  la complicidad  del Reino Unido sobre el investigador informático australiano Julian Assange, cobra fundamental importancia. ¿cuáles son los crímenes de Assange o, mejor dicho, cuáles son los ocultados y  descubiertos por Wikileaks/Assange?