
En este documento, los Comisarios de la CIPM expresan su solidaridad con los supervivientes y sus familias, con activistas y líderes mundiales contra la pena de muerte y celebran el progreso logrado en la lucha por la erradicación de esta práctica cruel, inhumana y degradante. China lleva la delantera en ejecuciones y en equivocaciones…
Hemos recorrido un largo camino para que hoy sean 107 los países que han abolido la pena de muerte para todos los crímenes (siendo Burkina Faso el último en unirse en junio de 2018). En éste día, miramos hacia atrás y nos damos cuenta de que el movimiento abolicionista ha ganado terreno, lenta pero firmemente, y que cada año crece el número de países que rechazan este castigo. Aun así, éste es un día para reconocer los retos que nos quedan por delante: a pesar de que una mayoría de países han abandonado las ejecuciones, por ley o en la práctica, es un triste hecho que una parte significativa de la población mundial continúe viviendo en países que imponen esta pena. La pena de muerte es la pena máxima. Es definitiva e irreversible y no tiene en cuenta el riesgo de ejecutar a personas inocentes. En EE.UU., más de 160 personas condenadas a muerte desde 1973 han sido posteriormente declaradas inocentes. En Japón, Iwao Hakamada ha sido recientemente declarado inocente de un crimen por el que estuvo 45 años condenado a muerte. China, país en el que, según distintos informes, se lleva a cabo el mayor número de ejecuciones, ha habido informes que señalan que el Gobierno ha tenido que disculparse con varias familias por llevar a cabo ejecuciones de inocentes.
Es más, distintos estudios han demostrado que la pena capital no tiene efecto disuasorio. Irán, país que lleva a cabo cientos de ejecuciones cada año, presuntamente ha admitido que la pena de muerte no tiene efecto disuasorio en delitos de drogas y ha introducido una legislación que podría resultar en que los tribunales no impongan la pena de muerte a aquellos condenados por estos delitos.
Este año, el Día Mundial y el Día Europeo contra la Pena de Muerte se centra en las condiciones de vida inhumanas de los sentenciados a muerte. Aquellos que son condenados a muerte, dejan de ser seres humanos, y pierden su derecho a ser tratados “con el respeto que merecen su dignidad y valor intrínsecos en cuanto seres humanos” como se recoge en el “Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos”, también conocidas como “Reglas Nelson Mandela” en reconocimiento por sus largos años pasados en prisión. Aquellos condenados a muerte se enfrentan a condiciones que solo pueden ser definidas como crueles, inhumanas y degradantes. En muchos países, incluidos EE.UU, Japón y Pakistán, aquellos condenados a muerte pasan la mayor parte del día, hasta 22 horas, en sus celdas. En varios países como Uganda, Ghana, Pakistán, los prisioneros sufren de una aglomeración severa. Desde la CIPM creemos que estas terribles condiciones contribuyen a erosionar aún más la propia dignidad de todas aquellas víctimas de este brutal sistema.
Los 21 Comisarios que formamos la CIPM y nuestro Grupo de Apoyo, compuesto de 19 Estados y tres Miembros Observadores, estamos trabajando para aumentar el número de países abolicionistas. Para éste fin, colaboramos con líderes, Gobiernos, y organizaciones de la sociedad civil en países que aún retienen la pena de muerte y les ayudamos a fomentar el impulso para poner fin a la pena de muerte, inicialmente bajo la forma de una moratoria y después aboliendo esta pena cambiando la ley. En nuestros diálogos, especialmente con los Gobiernos, enfatizamos la importancia que tiene el liderazgo político para avanzar hacia un mayor respecto y una mayor protección del derecho a la vida. En muchos países, la abolición de la pena de muerte ha ayudado a consolidar la transición política de un régimen autoritario a uno democrático. Teniendo esto en cuenta, la CIPM se enorgullece de organizar el día 10 de Octubre en Madrid, ciudad donde tiene su sede la Secretaría de la CIPM, una discusión sobre el lugar que ocupa la abolición de la pena de muerte en tiempos de transición democrática. El coloquio tendrá lugar entre dos de los Comisarios de la CIPM, el Presidente fundador de la CIPM Federico Mayor y nuestro más reciente Comisario Tsakhiagiin Elbegdorj, ex Presidente de Mongolia y quien lideró la abolición de la pena de muerte en su país.
En este día, la CIPM va a lanzar la traducción al español de nuestra publicación How States abolish the death penalty: 29 case-studies. La publicación describe brevemente las experiencias abolicionistas de países de todo el mundo y nuestro objetivo es hacer que este libro se convierta en un documento de referencia, proporcionando una hoja de ruta para aquellos países que quieran seguir su propio camino hacia la abolición definitiva de la pena de muerte.
Sra. Navanthem (Navi) Pillay, (Sudáfrica) es la actual Presidenta de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte (CIPM), ex Alta Comisaria de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ex Jueza de la Corte Penal Internacional, y ex Presidenta y Jueza del Tribunal Penal Internacional para Ruanda, entre sus cargos más recientes.
Sr. Federico Mayor Zaragoza (España), Presidente fundador de la CIPM, ex Director General de la UNESCO y ex Ministro de Educación y Ciencia.
Sr. Tsakhiagiin Elbegdorj (Mongolia), Comisario de la CIPM, y ex Primer Ministro y Presidente de Mongolia. Lideró a su país hacia la abolición de la pena de muerte, inicialmente ratificando el Segundo Protocolo opcional al PIDPC en 2012. La pena capital fue abolida por Ley en Mongolia en Julio en 2017.
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*La Comisión Internacional contra la Pena de Muerte (CIPM o Comisión) fue establecida en 2010 como resultado de la iniciativa española para reforzar la tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte. La CIPM fue creada para contribuir con su trabajo a promover, complementar y apoyar cualquier acción encaminada a conseguir la abolición global de la pena de muerte. La CIPM está compuesta de 21 Comisarios de reconocido prestigio con experiencia en derecho internacional y derecho humanos, cuyo trabajo es apoyado por un Grupo de Apoyo compuesto de 19 Estados Miembros y 3 Estados Observadores. La Secretaría de la CIPM tiene su base en Madrid.