
RADAR (pag.12) Creativa ilustración del dibujante y artista Daniel Paz (20.03.22)
Los franceses tienen un término maravilloso: el bombero-pirómano. Se usa para describir a una persona o entidad que enciende un fósforo y crea una tormenta de fuego, solo para luego apresurarse y apagar las llamas entre aplausos y elogios heroicos.
En esta etapa del conflicto en Ucrania, es difícil imaginar un término mejor para la OTAN. Actualmente hay un esfuerzo concertado en marcha dentro de la alianza transatlántica para presentar el conflicto en Ucrania como un enfrentamiento entre Rusia y Ucrania sin relación con la OTAN. Excepto que el Occidente liderado por Estados Unidos, del cual la OTAN es un pilar clave, fue en gran parte responsable no solo del inicio del conflicto, sino también de acumular la yesca en forma de «ayuda exterior» a grupos de la sociedad civil conocidos por movilizar a la opinión pública contra Rusia, por entregar armas, por hacer oídos sordos a los funcionarios públicos con promesas de integración en la OTAN o la Unión Europea, y por su entrenamiento clandestino de combatientes neonazis contra Rusia. El ejército canadiense está investigando actualmente cómo diablos su personal supuestamente se involucró en el último de esos esfuerzos, a pesar de haber sido advertido ya en 2015 antes de que comenzara la operación de entrenamiento. La idea general de las operaciones clandestinas es que la huella de la OTAN se reduce junto con su visibilidad. Aparentemente, es una misión cumplida en ese sentido, ya que no se puede negar que mucha gente cree sinceramente en la idea central de la declaración del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una conferencia de prensa el 8 de marzo de que «no buscamos un conflicto con Rusia». ¿Estás bromeando no? Vaya, pero cómo las cosas parecen haber cambiado para mejor en las últimas dos semanas, al menos retóricamente, desde que este conflicto estalló militarmente. Porque, antes de eso, toda la razón de ser de la OTAN desde la Guerra Fría había sido promover implacablemente el sentimiento antirruso en Occidente mientras continuaba armando país tras país con armas que se acercaban cada vez más a la frontera rusa a pesar de prometer que la alianza no se expandiría hacia el este. Pero la postura agresiva de la OTAN ahora, afortunadamente, parece estar comenzando a cambiar hacia la desescalada. Esto puede ser lo más inteligente que ha hecho en toda su existencia, no es que haya mucha competencia en ese sentido. Pero aquí está la esperanza de que continúe. Siempre es una buena noticia cuando una parte involucrada en un conflicto se retracta de las solicitudes para desencadenar la Tercera Guerra Mundial, como fue el caso cuando el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky le pidió a la OTAN que estableciera una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, que no es miembro del bloque, a pesar de que el Departamento de Estado de EE. UU. lo trata como su casa de huéspedes, y la OTAN tenía al menos suficiente sentido de supervivencia para rechazarlo. La medida habría ordenado que la OTAN derribara cualquier avión de combate ruso sobre Ucrania, lo que se habría considerado un acto de guerra contra la propia Rusia. La aparente comprensión de Zelensky de que la membresía en la OTAN es inverosímil también es una señal de un regreso a la realidad para sus seguidores de la OTAN. “Me calmé con respecto a esta pregunta hace mucho tiempo después de que entendimos que (…) la OTAN no está preparada para aceptar a Ucrania”, dijo Zelensky en una entrevista de ABC News que se emitió el lunes. Esa realización debería ser el comienzo de un posicionamiento soberano y neutral codificado de Ucrania entre los intereses orientales y occidentales, algo que el subjefe de gabinete de Zelensky, Ihor Zhovkva, supuestamente confirmó que ahora está en la mesa de negociaciones, según Bloomberg. También es una señal favorable que cuando Polonia ofreció enviar sus aviones de combate MiG-29 a Ucrania a través de una base aérea estadounidense en Alemania, Washington rechazó la oferta. Dado que Hungría, miembro de la OTAN, rechazó el tránsito de armas a Ucrania, eso deja solo a Polonia para el tránsito a Ucrania. Que esa sea otra prueba del nuevo espíritu de distensión de la OTAN. Entonces, ¿qué más podría estar contribuyendo al cambio de opinión de los funcionarios occidentales? Si bien los países miembros de la OTAN, especialmente los de la Unión Europea, recientemente han estado dispuestos a sancionar y restringir cualquier cosa que se mueva y se parezca remotamente a algo ruso, la resaca económica ya está comenzando a asentarse. El canciller alemán, Olaf Scholz, admite ahora que Europa ha «eximido deliberadamente» los suministros de energía de Rusia de las sanciones. “Por el momento, el suministro de energía de Europa para la generación de calor, la movilidad, el suministro eléctrico y la industria no se puede asegurar de ninguna otra manera”, añadió. “Por lo tanto, es de vital importancia para la prestación de los servicios públicos y la vida cotidiana de nuestros ciudadanos”. La UE ahora dice que encontrará otros proveedores, eventualmente. Pero, mientras tanto, los precios de la energía se han disparado y no se vislumbra el final de su aumento.Muchos en Washington, por supuesto, se frotaban las manos con el sueño de reemplazar a Rusia como proveedor de energía de la UE, lo que constituía todo el interés en sancionar el gasoducto Nord Stream 2 entre Alemania y Rusia en el olvido, pero la infraestructura requerida tomaría años en poder ponerser en marcha, según los expertos. Por lo tanto, no es que Washington vaya a ser capaz de capitalizar nada de esto antes de que el retroceso del conflicto perjudique irreparablemente a Europa. La insistencia de Occidente en jugar con fósforos alrededor de un yesquero ya ha provocado una corriente de aire no deseada para los ciudadanos de todo el mundo, incluidos los suyos. Aquí está la esperanza de que puedan pasar rápidamente a la secuencia de mangueras contra incendios atenuando su beligerancia e intentando genuinamente asegurar la paz. — Borrador
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