
Para la gran mayoría del componente judío de la sociedad israelí no debe haber mayor placer que ver sufrir a la sociedad palestina, principalmente como consecuencia de políticas israelíes. Este fenómeno se generalizó y profundizó desde que Netanyahu asumió su segunda cadencia como primer ministro en Israel en 2009.
El periodo de la presidencia de Trump lo agudizó aún más (rememorar los festejos en Israel cuando Trump cancelo la ayuda económica a palestinos).
En su visión hacia el conflicto palestino, Netanyahu optó por medidas que convirtieron a la Autoridad Palestina y a su presidente Mahmud Abbas en factores irrelevantes, expuestos a su pueblo como contratistas al servicio de Jerusalén por medio de su cooperación en materia de seguridad sin recibir ninguna contrapartida significativa. Lo que más acentúa el carácter perverso de esta actitud es el apodo generalizado que le asignaron analistas israelíes a Mahmud Abbas: “pollito desplumado”.
Para profundizar aún más la división interna en el pueblo palestino, Netanyahu adoptó el principio de dividir para reinar. El general en retiro del ejército israelí, Gershon Hacohen, allegado a Netanyahu y miembro del grupo Bitjonistim que promueve la anexión definitiva de Cisjordania a Israel, lo confirmó tiempo atrás cuando afirmó “se debe decir la verdad, la estrategia de Netanyahu es básicamente evitar la opción de dos estados, por lo tanto, convirtió a Hamas en su socio mas cercano. Hacia afuera Hamas es el enemigo, en marcos ocultos es un aliado en contra de la Autoridad Palestina” (Ynet, 5-5-19).
El operativo Guardian de la Muralla demostró que el tiro le salió a Netanyahu por la culata. Tras el resonante fracaso estratégico de este ataque a Gaza (al igual que los otros tres que le precedieron: Plomo Fundido en 2009, Pilar Defensivo en 2012 y Margen Protector en 2014) y 12 años de haber alimentado y engordado a Hamas, amplios y destacados sectores de Israel y el exterior llegan a la conclusión que esta táctica los llevó a un callejón sin salida. Ahora se acuerdan de la existencia de Mahmud Abbas y la Autoridad Palestina y se generaliza la concepción que no queda otro camino más que reflotar las negociaciones para un posible acuerdo con estos únicos factores dispuestos a transar y reconocer a Israel.
PALESTINOS EN RAMALLAH CON BANDERAS DE HAMAS FESTEJAN LO QUE CONSIDERAN TRIUNFO DE HAMAS SOBRE ISRAEL
El general Gantz, primer ministro alternativo de Israel reconoció que “el operativo finalizó, pero el proceso no concluyó. Logramos concretar los objetivos militares, ahora debemos avanzar en las negociaciones de un acuerdo” (“Gantz, llegó el momento de negociaciones”, Maariv, 21-5-21).
En su declaración con referencia al alto del fuego en Gaza, Biden también llegó a la misma conclusión. Se debe negociar con Abbas y la Autoridad Palestina y no con Hamas y se debe avanzar hacia la solución de dos estados para dos pueblos (“Apoyamos el derecho de Israel a defenderse”, Arutz 7, 21-5-21.
El general Aizenkot, ex jefe del Estado Mayor del ejército israelí, opinó que la estrategia de Israel debe cambiar radicalmente de manera que se debilite a Hamas y se fortalezca a Mahmud Abas (“Aizenkot critica la estrategia del gobierno”, TV 12, 20-5-21).
Ron Ben Ishay, el conocido analista de seguridad, propuso un detallado plan para avanzar en el frente palestino. Según esta propuesta, después de asestar un duro golpe a Hamas y ofrecer ayuda humanitaria a la población de Gaza, “Israel debe anunciar que a partir de este momento negociara la reconstrucción masiva de Gaza solamente con la Autoridad Palestina y con Mahmud Abbas, incluyendo proyectos a largo plazo como puerto, infraestructura, hospitales, electricidad, agua y financiamiento exterior, con el objetivo de evitar que los fondos se derrochen en armamento. También Israel informará a Mahmud Abbas que está dispuesto a negociaciones con el objetivo de arribar a acuerdos políticos” (“El objetivo, evitar reequipamiento militar de Hamas en Gaza”, Ynet, 19-5-2021),
La desvinculación de la realidad de las propuestas y opiniones de tan destacadas personalidades y entendidos de la región es un síntoma muy preocupante. El daño que Netanyahu produjo con su estrategia y forma de relacionarse con la Autoridad Palestina, con Mahmud Abbas y Hamas es prácticamente irreparable, o al menos exige concesiones a la Autoridad Palestina que nadie imaginó que se conviertan en alternativas únicas para salvarse del circulo sin salida con Hamas.
Hoy en día tanto Abbas como la Autoridad Palestina sufren de un enorme desprestigio en la calle palestina hasta que podría considerarse letra muerta. No en vano se vieron en la necesidad de postergar las elecciones antes que sufrir un bochornoso golpe en las urnas. Todo intento de resucitar a Abbas y la Autoridad Palestina frente a su gente de modo que más o menos comience a equipararse a Hamas en la sociedad palestina, demanda especialmente de Israel promesas de cesiones territoriales y poder prácticamente imposibles de ser aprobadas con un parlamento compuesto por mas del 60% de partidos claramente intransigentes. Las masivas manifestaciones en Ramallah repletas de banderas de Hamas festejando lo que los palestinos consideran su victoria ante Israel, es una clara manifestación de este progresivo proceso que convierte a la Autoridad Palestina en factor irrelevante.
Retornar al dialogo diplomático centrándose en la solución de dos estados como lo propone Biden, es la receta mas apropiada para reafirmar y fortalecer la eterna situación de statu quo en la región.
Para quien todavía no entiende la realidad, vale la pena volver a repetir que Israel se acerca a una encrucijada histórica. La población palestina entre el Rio Jordán y el Mediterráneo (que la Hasbara – propaganda israelí gasta inútilmente mucha energía tratando de oponerse a que lo denominen pueblo palestino) aprendió algo de las guerras del 48 y 67: no se mueve más del lugar. No solo eso, tampoco se los puede desterrar. Inclusive Trump esta de acuerdo con esta imposición. Si Israel se empecina en continuar colonizando Cisjordania, en cuestión de pocos años la derecha israelí materializara lo que fue el discutido proyecto del partido comunista israelí a principios de los años 50 del siglo pasado: un solo estado para judíos y palestinos, con o sin ciudadanía a palestinos. Si no les otorgan ciudadanía a los palestinos, con razón el mundo culpará a los judíos de Apartheid. Si les otorgan ciudadanía, los judíos perderán mayoría.
La perspectiva de mantener las condiciones básicas que permitan en un futuro la creación de un estado palestino en Cisjordania, que no represente un peligro existencial a Israel, está en contradicción irresoluble con colonización israelí en esa región, pero no con la responsabilidad israelí de la seguridad en Cisjordania por un largo periodo.
Raz Zimmt, prestigioso analista e investigador del Instituto Nacional de Estudios de Seguridad de la Universidad de Tel Aviv, fue quien mejor caracterizó la visión estratégica de Israel de los últimos años frente a sus enemigos Irán, Hesbollah y Hamas: “Israel juega a las damas, ellos ajedrez” (De su Twitter, 20-5-2021).
Ojalá me equivoque
Daniel Kupervaser
Herzlya – Israel 22-5-2021
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@KupervaserD