«Netanyahu y Trump perdieron el tren de la bomba iraní» Daniel Kupervaser. Analista político israelí. (Desde Tel Aviv)

Presidente estadounidense Donald Trump, Ayatolla Jomeini, Irán y premier israelí Benjamin Netanyahu

A esta tajante conclusión se arriba simplemente prestando atención a recientes evaluaciones de dos ex altos funcionarios israelíes y uno estadounidense, de quienes no se puede dudar de su compromiso personal con intereses israelíes. Se trata de dos ex jefes del Mossad israelí, Shavtai Shavit y Tamir Pardo y de John Bolton, ex asesor de seguridad nacional del presidente Trump.

La arrogancia y la impaciencia de Netanyahu, tan típicas de la sociedad israelí, junto al servilismo incondicional hacia Israel de un presidente que recibe millonarias donaciones de bolsillos judíos para sus campañas electorales, tiraron por la borda una verdadera opción de 15 años para lograr un compromiso realista alrededor de los planes iraníes que impida o limite el equipamiento de este país con armamento nuclear.Pese al estricto cumplimiento iraní del Plan Conjunto de Acción Comprehensiva (JCPOA, por sus siglas en inglés), controlado por organismos internacionales, Trump, azuzado por Netanyahu, decide abandonarlo y renueva las sanciones económicas contra Irán. Las indecisiones del resto de los firmantes llevaron a Irán a declarar su libertad de acción y publicar su decisión de incrementar significativamente el proceso de enriquecimiento de uranio, previamente limitado con severidad según las cláusulas del JCPOA.  Netanyahu y Trump perdieron el tren de la bomba atómica iraní. Ya partió de la estación y avanza a alta velocidad. De nada valen los gritos de Netanyahu que lo detengan. La bomba atómica iraní es un hecho consumado cuya materialización solo depende de la decisión del liderazgo iraní.

El diario israelí Jerusalén Post publicó el 27 de junio reciente una entrevista a Shavtai Shavit con motivo de la presentación de su nuevo libro. En esta oportunidad, el ex jerarca de la seguridad de Israel aportó titulares muy interesantes. Según Shavit, “Nadie puede detener a Irán en su camino de potencia nuclear”. Posteriormente agregó: “Arribaron a un estado muy avanzado.

Sobre esta base ellos decidirán el momento de anunciar al mundo «lo conseguimos». Podrían hacerlo incluso sin llevar a cabo una prueba nuclear. Cuando esto suceda, no creo que nadie se le ocurra atacarlos. Los casos de ataques israelíes a reactores iraquíes y sirios del pasado, son totalmente irrelevantes para este caso”.

Por último, eleva una sugerencia fundamental: “Debemos estar preparados para cuando esto ocurra, pero de ninguna manera pensar en un ataque preventivo. Sería mucho más prudente referirnos a Irán en una permanente situación de disuasión amenazante para mantener a la República Islámica bajo control”Esta visión del avance iraní en su plan de desarrollo nuclear como consecuencia del abandono estadounidense del JCPOA, coincide básicamente con aquella descripta por Tamir Pardo en conferencia ante el Instituto Nacional de Investigaciones de Seguridad (INSS) de la Universidad de Tel Aviv.

En esta oportunidad Pardo afirmó que “la decisión del desarrollo de armamento nuclear iraní es solamente política que depende del gobierno de Teheran” (“Dos ex jefes del Mossad: si Irán quiere, ellos consiguen la bomba atómica”, Israel Defense, 28-6-2020).Fuera de estas evaluaciones, en estos días se divulgan muchas más en la misma dirección. Entre ellas, vale mencionar la nota de Amir Bohbot de Walla: “Pese a las estimaciones en Israel que Irán no aceleró el proceso de enriquecimiento de uranio en tiempos que el mundo esta ocupado con el virus corona, al escritorio de Gantz, ministro de defensa de Israel, llegó un informe que estima que los iraníes están a 6 meses de producir suficiente material para una bomba atómica, y a dos años de armarla” (“Detrás de corona, Irán corta camino hacia una bomba atómica”, Walla, 14-6-2020).John Bolton fue entrevistado esta semana por el canal 13 de Israel. Sus palabras de ninguna manera tranquilizaron a los israelíes, probablemente todo lo contrario, aportaron material para incrementar seriamente los temores del futuro (“Bolton a canal 13: En su segunda cadencia, Trump puede ser peligroso para Israel”, Canal 13 Israel, 2-7-20). Según Bolton, “en mi libro di un amplio panorama cuán ansioso estaba Trump de encontrarse con líderes iraníes, Rouhani y Khamenei, para negociar y firmar un nuevo acuerdo nuclear, en una situación similar como con el coreano Kim Jong-un cuando fingió como si fuera interlocutor fiable de Trump. Tengo el gran temor que los iraníes pueden hacer lo mismo con Trump en su segunda cadencia”.   De todas maneras, algo positivo es de esperar en este aparente y problemático callejón sin salida de Israel.

Esta situación probablemente obligue a Israel a poner punto final a su conocida política de ambigüedad nuclear. Sin lugar a dudas, por primera vez, desde la caída del imperio soviético que se tradujo en la primacía estadounidense casi absoluta en el mundo, y por carácter transitivo, la de Israel en Medio Oriente, el equilibrio estratégico de la región proyecta una imagen que comienza a tomar un giro. Si las evaluaciones de estos experimentados estrategas se acercan a la futura realidad regional, Israel deberá acostumbrarse a un periodo de convivencia bajo una prolongada e incómoda guerra fría. Un tipo de “equilibrio del espanto”.

Ojalá me equivoque.

 Daniel KupervaserHerzlya – Israel 4-7-2020http://daniel.kupervaser.com/