Ennio Morricone el compositor comunista que abandonó la batuta Cadena Ser. España / Canarias Semanal / Kaos en la Red /

Morricone, de 91 años, había sido este año galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes. Antes, también en Europa, recibió el Grammy, el León de Oro (Venecia) de 2020 y otras distinciones.

Sus nada vergonzantes posiciones ideológicas como ciudadano italiano ,–invisisibilizadas por los medios- más allá de su maestría en el pentagrama—y,  probablemente,  la ridícula postergación de Hollywood y su Academia,  hasta hace pocos años,  para otorgarle su primer Oscar. Su obra musical –«el idioma de los dioses’– supera las 500 composiciones, centenares de ellas en trascendentes  películas, que permanecen más allá del celuloide. (ver video adjunto)

Tenía la respetable edad de 91 años. Y este lunes decidió abandonar definitivamente la batuta, no antes sin dejar bandas sonoras tan épicas como las de las películas «Érase una vez en América», ‘La Misión’, ‘Los intocables de Eliott Ness’, ‘Días de gloria’, ‘Novecento’, ‘Cinema Paradiso’ ,’Los odiosos ocho’. pero lo hizo dejando un mensaje que encabezó con la frase «Yo Ennio Morricone he muerto».

Tuvo paciencia y y prefirió esperara a que comenzara la semana para emprender su definitivo viaje. En las primeras horas de este lunes se apagó la vida de uno de los posiblemente mejores compositores cinematográficos del siglo XX, Ennio Morricone.

Tenía la respetable edad de 91 años. Había nacido en Italia . A lo largo de su extensa biografía musical se hizo mundialmente conocido por sus sinfonías épicas, a las que el gran público tuvo la oportunidad de acceder a través de las superproducciones de Hollywood.

Las circunstancias hicieron que Morricone llegará a Hollywood durante la década de los 80´, en donde trabajo junto a actores como Robert De Niro en la pelicula «Erase una vez en américa», en donde estuvo a punto de ganar el Oscar a la mejor banda sonora si no hubiese sido por que, debido a un error en donde no fue incorporado en los créditos de la película, la academia no le consideró en los premios.

Gran amigo de Quentin Tarantino, pudimos escuchar sus principales obras musicales en grandes filmes como «Kill-Bill» o «Bastardos sin gloria», a partir de composiciones como «L´arena» o «Rabbia e Tarantella», las cuales han pasado a la historia como algunas de las sinfonías cinematográficas más importantes en la historia del cine.

Nació en Roma, y cuando sólo había alcanzado a cumplir los 12 años pudo integrarse en el Conservatorio musical de esta capital.En la década de los 80, una serie de casuales circunstancias, hicieron posible que sus composiciones y el propio Morricone pudieran penetrar los difíciles muros de la industria cinematográfica de Hollywood. Para Ennio esas dificultades estuvieron duplicadas, pues nunca ocultó su filiación comunista.

En efecto, Morricone perteneció a aquella histórica generación de intelectuales comunistas militantes del histórico Partido Comunista italiano (en Pichi), entre los que se encontraban otros nombres también tan significativos como los músicos de el Maestro  Claudio Abbado y el compositor Luigi Nono. Fue precisamente el hecho de procesar esa ideología lo que le impidió que pese a la general evidencia, pudiera obtener un Oscar de la Academia cinematográfica estadounidense.

Fue el compositor de bandas musicales tan significativas como las los films ‘Érase una vez en América’, ‘La Misión’, ‘Los intocables de Eliott Ness’, ‘Días de gloria’, ‘Novecento’, ‘Cinema Paradiso’ ,’Los odiosos ocho’ … y muchísimas otras.

Como no podía ser de otra forma, después morir nos quiso sorprender como en vida lo había hecho con sus grandiosas composiciones musicales. Dejó una carta escrita, que si bien estaba dirigido a su familia, en realidad la había escrito para el público conocimiento. La epístola decía:

«Yo, Ennio Morricone, estoy muerto.
Le anuncio a todos los amigos que siempre han estado cerca de mí y también a aquellos que están un poco lejos los saludo con gran afecto. Imposible mencionarlos a todos.
Mando recuerdo especial a para Peppuccio y Roberta, amigos fraternales muy presentes en los últimos años de nuestra vida.
Solo hay una razón que me lleva a saludar a todos así y a celebrar un funeral privado: no quiero molestar
Saludo con mucho cariño a Ines, Laura, Sara, Enzo y Norbert, por haber compartido mucho conmigo y mi familia. gran parte de mi vida.
Quiero recordar a mis hermanas Adriana, Maria, Franca y sus seres queridos con amor, y hacerles saber cuánto las amaba.
Un saludo intenso y profundo a mis hijos Marco, Alessandra, Andrea, Giovanni, mi nuera Mónica y a mis nietos Francesca, Valentina, Francesco y Luca.
Espero que sepan cuánto los he amado
Por último pero no menos importante, María. A ella le renuevo el extraordinario amor que nos mantuvo unidos y que lamento abandonar.
Para ella mi más doloroso adiós.»