Mucho antes de López Obrador: Lázaro Cárdenas, el continuador de la revolución mexicana Archivos mexicanos/ Gracus

Lázaro Cárdenas del Río fue presidente de México de 1934 a 1940. En esta nota sintetizamos  qué fue el cardenismo, su contexto histórico, la reforma agraria y la nacionalización del petróleo.

Se conoce como cardenismo en la historia política mexicana al período de gobierno de dicha nación por Lázaro Cárdenas del Río (1895-1970), así como a la corriente ideológica izquierdista inaugurada durante los seis años de su gobierno (de 1934 a 1940). Sus detractores prefieren el término “cardenato”.

El cardenismo fue un gobierno del Partido Nacional Revolucionario (PRM), antecesor del Partido de la Revolución Mexicana y también del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Este último fue célebre por medidas populares de atención a los sectores campesinos y por la nacionalización de la industria petrolera mexicana, así como el acogimiento de millares de exiliados españoles que huían de la Guerra Civil contra Franco.

 

El México de principios de siglo XX vivió un período particularmente turbulento en materia política y social. En 1911 terminó el régimen dictatorial conocido como el “porfiriato” y se dio lugar a una serie de insurrecciones populares.

Estas derivaron a lo largo de 10 años en una guerra civil, conocida hasta hoy como la Revolución Mexicana (1910-1920). Este conflicto nacional fue tan importante que cambió radicalmente el país para siempre, a manos de numerosos líderes revolucionarios. Sin embargo, una vez hechos con el poder, jamás lograron ponerse de acuerdo respecto al modo de sostenerlo y lucharon unos contra otros hasta morir.

Este período culminó con la redacción de la proclamación de la Constitución Mexicana de 1917 y la presidencia de Plutarco Elías Calles en 1924.

¿Quién fue Lázaro Cárdenas del Río?

Nacido en Michoacán, México, Lázaro Cárdenas del Río fue un militar y estadista que participó en la Revolución Mexicana bajo el mando de Martín Castejón. Logró el rango de General con apenas 25 años.

Ocupó distintos cargos públicos, como Gobernador de Michoacán (1928-1930), Secretario de la Gobernación del Presidente Pascual Ortíz Rubio (1931) y finalmente Presidente del Partido Nacional Revolucionario (1930-1031). En 1934 fue electo como Presidente de la República, cargo que sostuvo hasta 1940.

Se le conoce por ser uno de los pocos políticos mexicanos que no se enriquecieron durante su ejercicio del poder. Tras servir como Secretario de Defensa, en 1945 se retiró a una modesta casa cerca del Lago Pátzcuaro. Allí dedicó el resto de su vida al trabajo social, educativo y agrario, hasta su muerte por cáncer en 1970.

Se nacionalizaron diversas empresas extranjeras, como los ferrocarriles.

El cardenismo se caracterizó por ser un gobierno nacionalista y de izquierdas. Creía en un Estado fuerte, capaz de profundizar las reivindicaciones populares que habían motivado la lucha armada durante la época revolucionaria. La economía, en ese sentido, constituía una de sus principales preocupaciones.

Durante el cardenismo se nacionalizaron diversas empresas extranjeras, entre ellas las petroleras y las de ferrocarriles. Además, se modificó la Ley agraria, se ampliaron las carreteras y aumentó en gasto público (representando casi un 40% de la economía).

Con Cárdenas se produjo una gran campaña educativa de carácter laico y con foco en lo agrario de motor de riqueza..

Muchos de estos cambios significaron tocar poderosos intereses, por lo que el Estado contó con el apoyo del ejército nacional, de los sectores populares (trabajadores y campesinos) y, curiosamente, con el de la Iglesia.

Nacionalización del petróleo mexicano

Una de las medidas más arriesgadas del cardenismo fue arrebatarle a los estadounidenses y británicos el control del crudo mexicano, asignándoselo al Estado. Esto causó no pocas tensiones internacionales, especialmente con Gran Bretaña, país que amenazó con bloquear México en represalia.

Fue así que se creó Petróleos Mexicanos (Pemex), una floreciente industria hidrocarbúrica, a pesar de que las empresas privadas procuraron llevarse todo lo posible y no dejarle nada al Estado con lo que pudiese trabajar.

Sin embargo, el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial permitió que los intereses estadounidenses consideraran prioritaria la cooperación con México, con tal de contar con una venta estable de petróleo. Eso no evitó que continuaran las enormes fricciones internacionales.

Reforma agraria mexicana

La agricultura mexicana a inicios del siglo tenía aún la huella de la sociedad colonial de la cual provenía, pero después de las modificaciones introducidas por Cárdenas no volvió a ser la misma.

El reparto de tierras cultivables en el norte del país, como había prometido en su momento Emiliano Zapata, alcanzó la cifra de 18 millones de hectáreas durante el cardenismo. Así, no sólo se saldó una deuda social histórica, sino que también se conformaron pequeñas unidades productivas.

De esta manera, el Estado apoyó movimientos rurales revolucionarios como el movimiento agrarista “El asalto a las tierras” en el norte de Baja California. Además, introdujo ayudantías económicas para los campesinos.

Por otro lado, el establecimiento de escuelas rurales permitió ofrecer a niños y jóvenes el conocimiento necesario para formar centros agropecuarios productivos.

Creación de ejidos campesinos

El cardenismo creó un número importante de ejidos campesinos. Aunque estos ejidos no fueron unidades económicamente relevantes hasta mucho después, el nivel de vida de la clase campesina mejoró casi inmediatamente.

Hay que considerar que la balance de exportaciones de México se había visto muy perjudicado de la Gran Depresión, y recién durante los primeros años del cardenismo empezó a levantarse nuevamente.

La educación

El gobierno implementó un modelo educativo abiertamente dirigido a una educación laica, en abierto combate contra “el fanatismo y los prejuicios”. Este nuevo modelo educativo, que se denominó “socialista” reflejaba una idea de país más moderna, justa y equitativa. Su foco estuvo en lo agrario como motor de riquezas, así como en la industrialización de las ciudades.

El cardenismo repartió libros a alumnos de escuelas rurales y urbanas, con enfoques radicalmente distintos de la educación “colonizada” anterior, en la que se imponían modelos raciales de blancura y catolicismo. Los nuevos libros visibilizaban a niños de piel oscura y ojos negros, a menudo en sus viviendas rurales de recursos limitados.

El Plan Sexenal

Este fue el nombre del plan principal del gobierno de Cárdenas, basado en el distanciamiento de las políticas del gobierno anterior, de Plutarco Elías Calles. Se enfocaba en brindar apoyo a los movimientos sindicales para impulsar el crecimiento agrario, industrial y urbano de México.

Su nombre proviene del período de gobierno (un sexenio, seis años) y de la promesa que Cárdenas le hacía al pueblo de ejecutar todas esas medidas en su tiempo de mandato.

Legado

El reparto de tierras durante el cardenismo fue el mayor de la historia de México. En la historia de México, resalta como un modelo alternativo de satisfacción de demandas populares, rurales y obreras.

Sin embargo, el gobierno siguiente (1940-1946) se frenó paulatinamente hasta lograr revertirlo en muchos casos. Al volver a enajenar las tierras, se deshicieron los enormes avances de Cárdenas contra el latifundio. considerarlo .

Uno de los grandes reproches del cardenismo es que a pesar de haber insistido en instalar un modelo de país nacionalista y moderno, al abandonar el poder México no se parecía en nada a lo prometido. Por otro lado, su anticlericalismo y prédica socialista le granjearon muchos detractores.

El Partido Cardenista

El hijo de Lázaro Cárdenas comenzó su carrera política en el Partido Cardenista. El Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, o simplemente Partido Cardenista, fue una agrupación política que existió entre 1987 y 1997. Reivindicaba la figura de Lázaro Cárdenas como su autor intelectual.

Para las elecciones de 1988 el partido se adhirió al Frente Democrático Nacional para postular a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hijo del expresidente de la República, como candidato a la presidencia mexicana.